Para quienes no lo conocen, Ulises merece una presentación destacada por su espíritu multifacético y ecléctico. Es compositor de música electrónica, performer, artista visual y como si eso fuera poco también es educador. Multifacético por naturaleza, materializa este rico universo en su música, creando paisajes y universos sonoros más que interesantes. 

Ulises nos recibe sentado en un sillón de un living, con mucha luz natural, mientras tanto sostiene entre sus manos un disco que ayuda a graficar lo que nos cuenta sobre cómo empezó su camino en esta profesión que lo apasiona. Vestido de negro, y rodeado de un ambiente prácticamente blanco, el azar cromático juega y marca un cambio en colores que nos hace acordar a un pentagrama, variando entre notas blancas y negras. 

Conoceremos su participación en el nuevo proyecto de Soundscape, su cercanía con la naturaleza, la importancia de la escucha atenta y su amplio recorrido artístico que también lo trajo a nuestro proyecto.

Ulises, estamos muy contentos de poder hablar con vos que ya sos un amigo de la casa. El 3 de septiembre lanzamos el sello Soundscape, del cual formás parte junto a otros 30 artistas. Resumidamente, ¿cómo definirías al proyecto? 

Hola, gracias a ustedes por permitirme este espacio. Así es, estoy dentro del proyecto de Soundscape , lo cual la verdad me entusiasma mucho. 

Soundscape es un proyecto que apunta a visibilizar una forma de música que no tiene una propuesta mainstream donde, en realidad, se busca una exploración sonora y también una exploración interna a través del detenimiento y la observación de detalles en la música y en lo que nos pasa cuando escuchamos la música.

¿En qué contexto nace el proyecto?

Es una consecuencia de estar notando la creciente cantidad de artistas que están produciendo aquí en Argentina un material muy variado, dentro de un género que también se va reformulando continuamente. 

Hay un conocimiento de lo local y lo que está pasando en la escena. Hoy hay muchas personas experimentando con la música, buscando a dónde está el límite. El ambient music está presente en nuestra cotidianeidad, a veces, es de una manera más tangencial; está en las producciones de lo que después es un evento, pero también se empiezan a hacer eventos que son de ambient music o de exploración sonora y, ese impacto, va teniendo una parte bastante interesante en nuestra cultura porque nos lleva a otras formas de escuchar y comprender.

¿Qué rol o qué aporte crees que introduce Soundscape?

 Es un espacio que no es habitual: el espacio de la escucha sin necesidad de una fiesta o un show en sí mismo. Es una forma de música que nos lleva a ponernos en modo escucha. A estar presentes. En ese sentido, se parece a la performance que busca a un “espectador activo”.

Esto es muy necesario en la cultura porque en general el mundo se acelera, cada vez va a mayor velocidad y es lo que el ambient music propone desde hace casi 50 años más o menos de existencia. Como género en sí mismo, podríamos decir que surge en los 70 y es justamente un detenimiento, es como tomar el tiempo y explorarlo de otra manera. Considero que esto es buenísimo para la cultura y es buenísimo para que mucha gente más se anime a explorar desde otro lugar.

¿Creés que cada vez hay más interés por este tipo de propuestas sonoras?

Yo creo que cada vez hay más interés por distintas razones, primero por la simple razón de ver a otros que lo están haciendo y mucha gente lo conoce o lo explora por primera vez.

También, creo que cada vez va a ser más grande la necesidad de este tipo de música, es decir, no podemos promover solo la música como un entretenimiento, o bien como una forma de excitarse y acelerarse siempre todo el tiempo; también existen otros espacios. Hay muchos momentos en los que necesitamos contemplar, hay momentos donde necesitamos concentrarnos de otra manera o simplemente dejarnos llevar. Esta música trata sobre estos espacios.

¿Con qué tres palabras definirías a este proyecto?

Audacia, contemplación e imaginación.

¿Creés que hay una relación entre la quietud y la aceleración de los tiempos modernos en el tiempo local y buscar esa autoaceleración?

Yo creo que los tiempos modernos tienen una aceleración creciente, lo vemos cada vez más en todo, en los medios, en la forma en cual se preparan los contenidos en las redes, en la vida en general. 

Así como se hacen las películas, existe una lógica de querer hacer todo más acelerado para generar más estímulo y pienso que, como con toda acción, también se genera una reacción a eso.

Querer abandonar esa propuesta y tener un lugar y un sistema de pensamiento que busque marcar la diferencia es un proceso muy interesante. 

Lo que propone Soundscape es ese contexto, es generar ese lugar. Es decir, necesitamos crear nuevos lugares y que esos nuevos lugares estén en la cultura, que no sean nichos cerrados dentro de laboratorios o departamentos, sino que formen parte de nuestra cotidianeidad. Esa necesidad está siendo abordada por esta propuesta.

Para aquellos que no te conocen y para quienes te escucharon alguna vez… ¿Cómo definirías tu mundo musical? ¿Qué te hace particular?

Mi propuesta personal en el ambient music fue evolucionando a lo largo de 30 años. 

Mis primeros ambients datan de 1992, 1993. Hace mucho tiempo que vengo haciendo esto y creo que fui explorando el lenguaje de cómo hacerlo. Siempre el eje fue tratar de detener el tiempo y no crear una expectativa de estructura o una expectativa de discurso ordenado, sino más bien de poder sumergirse en lo profundo, poder investigar todo lo otro que hay. Lo que hay dentro de lo conocido y lo desconocido que me propone, justamente, no poder estar prediciendo todo el tiempo las cosas. Siempre me gustó la música que no puede predecir tanto. 

A veces esto puede ser más armónico o más disonante, más rítmico o más textura, pero en el fondo es explorar otras diferentes partes de las emociones y de la mente. 

¿Trabajás a partir de conceptos o simplemente te inspira la vida?

Las inspiraciones que tengo son diferentes, no podría decir que vienen de un mismo lugar. En lo personal amo la naturaleza, por sobre todas las cosas. Tengo una relación muy profunda con la naturaleza, con las plantas, las piedras, los animales, el aire, el cosmos, los agujeros negros, lo pequeño, las partículas, lo grande, lo que está aquí, lo que está afuera y a partir de ahí tengo un gran amor por el naturalismo y la ciencia que explora con y sobre la naturaleza. 

A veces los conceptos son disparadores de obras, otras veces es el propio sonido, otras veces es la propia elección de determinados materiales, a veces es solamente hacer otra cosa. 

No siempre uno empieza por el mismo lugar, a veces los hilos conductores son emociones, emociones que me dispara tanto la fotografía, el video la pintura, la música, leer un libro, ver un video en donde están contando algo que me interesa muchísimo sobre las capas de la tierra o porqué pasa algo con un agujero negro; no importa, son cosas que funcionan como disparadores. 

Lo importante, creo yo, es tener una emoción genuina y tratar de desarrollar algún tipo de habilidad que me permita que esas emociones pueda convertirlas en una metáfora de la emoción que es una especie de material plástico, que es lo que uno va a entregar como arte.

¿Considerás que el silencio es música?

Considero que es donde empieza toda música y donde termina toda música. No lo podemos percibir porque siempre estamos escuchando algo, sea algo externo o sea algo interno dentro de nuestro cuerpo. Sin embargo, existe el silencio musical que significa dejar de tocar; y es ese silencio, un silencio que está muy presente en este tipo de música. 

Dentro de este género, lo que uno aprende es a crear omisiones de sonido más grandes y que duran más. Esto nos produce algo más interesante aún: la capacidad de que podemos componer con el silencio. Dentro de un silencio físico no ocurriría, porque todo el tiempo estaríamos escuchando nuestro propio cuerpo, pero sí podemos crear pausas; y dentro de esas pausas, quien escucha, descubre otras cosas.

En general los paisajes están relacionados al mundo visual, no tanto a algo que se escucha. Vos también pintás, ¿cómo relacionas estos distintos abordajes expresivos? ¿Encontrás música en un paisaje, en una pintura? ¿ Crees que un paisaje o una pintura pueden contener música?

Sin duda… Aparte de hacer música pinto, fotografío y hago video. Esas cosas para mí están todas relacionadas, es todo como un solo lenguaje traducido, son todas cosas que me emocionan. 

Me encanta hacer trekking, entonces me gusta andar caminando por rocas o por bosques desiertos. Eso lo hago desde hace muchísimos años y en esos lugares se generan músicas en mi cabeza, y a la vez veo colores que generan pinturas. Estoy pintando y me imagino música, estoy haciendo música y se me vienen pinturas a la cabeza, cuando estoy caminando por la naturaleza saco una cámara y busco luces y colores es todo una sola cosa.

¿Qué nos podés decir de la geometría en tus obras plásticas? Porque en ese caso, tus paisajes no son figurativos, no hay un árbol con un lago, ni unas nubes. Contanos un poco cómo vos entendés el mundo que te rodea en relación a esto y a la abstracción que caracteriza tu expresión artística.

Pinto geométrico porque es un lugar para explorar en el equilibrio. Tanto el equilibrio cromático, como el equilibrio de colores, constituyen el equilibrio sin necesidad de un discurso figurativo. 

En general todo lo que hago es abstracto, es decir, también compongo una música muy abstracta

No tiendo a la canción, por ejemplo. Tampoco tiendo a enmarcar la letra de un contenido que te lleve a un lugar, sino que me gusta justamente como esa ambigüedad. En la interpretación me pasa lo mismo que con el arte abstracto, para mí el arte geométrico, es abstracto. Este tipo de arte que hago, no es necesariamente geométrico, porque en otras épocas exploré un montón la mancha, las texturas. 

Creo que hay más formas de arte que permiten generar distintos resultados en la percepción que puede ser mi percepción o la percepción de otra persona que la está viendo. Solo creo que son diversos disparadores. 

¿Cómo llegás a hacer lo que hacés?

Llego a hacer lo que hago como resultado de la convergencia. Las cosas que me gustan en un principio las intenté imitar pero luego fui encontrando mi propia voz, mi propio discurso.Tomar ciertos elementos como disparadores, pero a la vez darles una vuelta de rosca. Cuando comprendes ese proceso, empezás a proponerlos desde otro lugar, cada persona tiene distintas convergencias en su imaginario, entonces el resultado si es honesto debería ser diferente y lo que podría decir que hago, más que atarse a un estilo, se ata a responder esas conclusiones o reflexiones con respecto al arte y a las cosas que me inspiraron, pero no necesariamente por cumplir con un estilo. 

Dicho todo esto esto, puede ser que el resultado, se parezca más a una cosa que a otra y entonces cuando hablamos de ambient music, por ejemplo, pareciera que fuera un estilo y sin embargo es un “género” muy indefinido, muy difícil de definir justamente porque encierra un montón de cosas distintas que son más volátiles, más fugaces y que no necesariamente son las mismas. 

Es decir, puede tener ritmos pero puede no tenerlos, a veces aparecen melodías, a veces no aparecen, a veces aparecen ruidos, a veces no, a veces es armónica, a veces no tanto, no es tan fácil de encasillar y pienso que está bueno que siga así. 

¿Cómo fué tu experiencia en la tarea de masterizar las obras de otros artistas de Soundscape? ¿Encontraste particularidades?

En Soundscape tuve el honor de masterizar todo el material de distintos artistas y lo que vine a descubrir, es un montón de formas de decir algo. 

Con lo que me topé mientras estaba masterizando, fueron diversas formas de entender lo mismo. Uno se tiene que proponer algo cuando uno se pone a masterizar, yo me propuse a mí mismo resaltar los detalles y acá hay un montón de detalles. Entonces dije: voy a tratar de resaltarlos, voy a tratar de escuchar los audios y ver de exaltar la mayor cantidad de detalles que tiene. 

Había un montón de propuestas muy distintas, entonces me daba cuenta como muchas de las personas  estaban pensando entregar algo para soundscape, como si soundscape fuera un concepto,  pero no sabían que al mismo tiempo, estaban creando el concepto. El concepto se estaba creando en el momento en el que se aunaban todas esas propuestas. Eso era súper interesante.

Tuve el honor de masterizar ese trabajo para prepararlo como contenido y yo dije: “bueno, lo que tengo que hacer es resaltar estos detalles porque acá hay un montón de gente poniendo un montón de detalles que no son habituales de escuchar en la música, entonces son muy valiosos y esto forma parte de nuestra cultura. Nosotros en Argentina estamos diciendo de qué trata esta propuesta, la estamos creando en este momento”.

Claro, se produce un dinamismo sobre algo que nunca se hizo, como lo que se encara por primera vez…

Se está haciendo, o sea no necesitamos imitar nada, necesitamos que todos los artistas que están participando sean auténticos, sean honestos con su propio impulso y eso más adelante lo define, eso da la tendencia. Por estas cosas y muchas más, creo que es una propuesta muy interesante. 

Para terminar, nos gustaría que nos cuentes tres lugares o tres paisajes, que te sirven o sirvieron de inspiración para construir tus propios paisajes sonoros

Sos de acá pero viviste en la Patagonia,  contanos un poco sobre eso…

Viví 17 años en la Patagonia y la voy a explorar un montón. Recomendaría la cordillera de los Andes, porque lo que tiene increíble la cordillera es que no sabés lo que va a pasar a 200 metros, a veces a 100 metros ya se siente esa incertidumbre. Es decir, es como son todos lugares que das la vuelta y se ve diferente. 

Otro lugar que también me produce una profunda reflexión es el desierto como, por ejemplo, la estepa patagónica. Es infinita, es gigantesca, es mucho más grande que todo lo que nos podemos imaginar, es inexplorable y tiene de todo ahí. He visto bosques petrificados, árboles de 90 metros jurásicos, en Santa Cruz en cuevas. 

Por último, un tercer lugar que me voló la cabeza es La Yunga, en el norte del país. La selva de montaña que está presente en Tucumán, en Jujuy y en Salta, ¡increíble, increíble! Es la conjugación de selva con la idea de montaña, son paisajes que los descubrí hace poco y nadame emocionaron un montón. 

Estoy esperando encontrar otra oportunidad para volver y que sirvan de inspiración para nuevos proyectos.