Especializado en el diseño de imágenes surrealistas y oníricas ricas en textura, color y luz. Sus pilares de trabajo son: la experimentación, la investigación constante y la prueba de límites. Combina sus sensibilidades artísticas naturales con su pasión por la arquitectura, la música y la tecnología, produciendo un trabajo llamativo con significado e intención.

Las leyes del jardín

Todo jardín tiene un propósito, un orden y un dueño. Su propósito es único para cada dueño, algunos buscan paz, calidez y energía, otros buscan silencio y contención.
A lo largo de nuestras vidas el orden y los elementos que componen nuestro jardín van mutando con nosotros. Uno de los aspectos más importantes de mi jardín es encontrarle el ritmo a la naturaleza, a una naturaleza ficticia que danza al son de sus impulsos y materializan esta relación en constante cambio.

Nuestro jardín puede ser tan grande como una ciudad y tan pequeño como una maceta hecha de latas o frascos viejos. La maceta es la representación máxima de adueñarse de un pedazo de naturaleza, de vida y una pequeña prueba de la existencia del ser humano.
Es una manera de expresar su libertad, transformar el entorno y disponer de la naturaleza con un propósito espiritual. Porque la belleza del jardín tiene que ser contemplada y vivida para existir, como todo arte.

En este jardín encontrarán macetas hechas de pantallas que mantienen a estos seres contenidos y a perfecta temperatura ajenas al ciclo de vida de todo lo natural. Finalmente, todo vuelve a la música: las plantas reaccionan a las ondas sonoras y bailan; la tierra vibra; y, junto a quienes están presentes y contemplan y viven, arman la coreografía del jardín.

Transpiramos jardín.