Audiofilia, confort y un buen cóctel.
Quienes visitaron nuestro centro cultural estos últimos meses ya pudieron experimentar lo que se viene para el 2025. Después de años de intencionarlo, adquirimos un nuevo sistema de sonido Hi Fi de la marca Altec, el cuál estuvimos usando para nuestras sesiones del ‘Listening Bar’. Para sacarle el máximo provecho convocamos a distintos selectores, quienes trajeron sus colecciones de discos más preciadas.
Pronto nos adentraremos en los detalles de nuestro nuevo sistema de sonido, en esta ocasión profundizaremos sobre el origen de los Listening Bars.
Este concepto nació en 1920 en Japón bajo la primicia de escuchar música americana, la cuál era difícil de conseguir y costosa. En su primera etapa, estos espacios se conocían como “Jazz Kissa”, que en su traducción literal refiere a «Jazz Café”.
La particularidad de un “Jazz Kissa” radica en la cuidadosa selección de discos que el dueño colecciona y en la calidad excepcional de los equipos de audio de alta gama, que permiten reproducir estos discos con una fidelidad tan alta que conservan la esencia original de las grabaciones de los músicos, transmitiendo texturas y matices que son prácticamente imperceptibles en sistemas de audio convencionales. Casi como si estuviéramos escuchando al lado nuestro a un músico en vivo.
Este ambiente de concentración que fomenta la escucha atenta de un disco, ha llevado a muchos propietarios de Jazz Kissa a crear una atmósfera similar a la de una biblioteca o un cine, donde una de las normas principales es invitar a los visitantes a disfrutar del espacio en silencio. Algunos son más flexibles y permiten hablar más bajo a partir de determinado horario.
La experiencia termina de exponenciarse con el uso de sillones o espacios de confort que permitan poner el foco en la escucha, acompañados siempre de una buena curaduría de cócteles, cafés o tés.
Cada vez más países alrededor del mundo fueron adoptando esta propuesta y su nombre mutó a “Listening Bar”.
A continuación les compartimos 3 Listening Bars emblemáticos de Tokio.
Bridge
En una nota de Resident Advisor Ariizumi, el manager de Bridge, comparte que se sintió atraído por el concepto de «tercer lugar», un término utilizado por el sociólogo estadounidense Ray Oldenburg que se define como un lugar donde la gente puede relajarse y transitar entre el trabajo y el hogar. «A medida que la civilización ha avanzado, ir al trabajo y volver a casa se ha convertido en nuestra rutina como humanos», dice Ariizumi. «El tercer lugar no es del todo el hogar, y no es el trabajo, sino una comunidad donde todo el mundo puede ser bienvenido y relajarse, con un ambiente agradable. Oí hablar del término ‘tercer lugar’ por primera vez justo cuando abrimos Bridge, y recuerdo que pensé: ‘Esto es exactamente lo que quiero crear’. Eso es lo que quiero hacer, crear un tercer espacio. La gente puede venir aquí a hablar de su trabajo o de su vida amorosa, o puede venir a bailar. Es un lugar entre el trabajo y el hogar. La gente lo necesita».
El bar está ubicado en un décimo piso con vista a la famosa “Shibuya Scramble Crossing” y es conocido por su sistema de sonido “Rey Audio”.
SHeLTeR
El pequeño local del sótano SHeLTeR está alejado del centro, pero el viaje merece la pena. Lo dirige desde 1989 el audio-maníaco Yoshio Nojima, que construyó él mismo el legendario sistema de sonido. Baje las escaleras, abra la puerta de un tirón y será recibido con incienso ahumado teñido de tabaco, el suave tintineo de las copas y el sonido de la música. Dependiendo de si la noche es para escuchar o para bailar, puede haber sofás en el suelo o no, pero sitúese en el centro de la sala, cierre los ojos y escuche. La calidad del sonido es posiblemente la mejor de Japón, perfeccionada a lo largo de muchos años.
En una entrevista con Audio Technica Japon, Yoshio revela que el sistema de sonido son un par de El EVEREST DD55000 de JBL (Modificados), un mixer rotativo de Bozark y unas Technics SL-1200mk3 con el brazo modificado. Toda la cadena de audio es personalizada y pensada para que el resultado de la escucha sea la mejor posible.
Little Soul Cafe
En palabras del reconocido medio TimeOut:
Little Soul Cafe ha sido un santuario para los amantes de la música de Shimokitazawa desde 1999. Este acogedor bar abre sus puertas todas las noches a partir de las 19:00 y da la bienvenida a sus clientes en un espacio estrecho y luminoso repleto de más de 15.000 discos. Estos discos, una colección de toda la vida iniciada en la época de estudiante de Nobuo Miyamae, abarcan géneros que van desde las canciones soul de los 60 hasta la música dance, pasando por el jazz clásico y el funk. Las relajadas sesiones de vinilos del bar pretenden fomentar un ambiente de comunidad, haciendo que todos, desde los que visitan el local por primera vez hasta los habitúes, se sientan como en casa.
Además de su rica oferta musical, Little Soul Cafe presume de una impresionante carta de bebidas con aproximadamente 450 opciones de licores y cócteles. El bar se enorgullece especialmente de su amplia selección de ron, con más de 100 variedades procedentes de lugares como Costa Rica, Perú, las islas del Caribe y más allá. Los precios de las bebidas empiezan en unos 800 yenes, y suben si se trata de las mejores selecciones. Hay que tener en cuenta que se cobra una entrada de 500 yenes por persona y que el bar sólo funciona con dinero en efectivo.