Pionero y precursor indiscutido del Drum & Bass en Argentina, Eduardo La Forgia -mejor conocido como Bad Boy Orange- es la mente maestra detrás de +160, una institución cultural con un legado que supera los 20 años de movimiento ininterrumpido. DJ, productor, promotor, y creador de La Bici Naranjita, La Forgia es un referente de la escena de música electrónica argentina. Previo a la próxima edición de +160 en nuestro laboratorio de arte digital, tuvimos el honor de sentarnos junto a él para conversar. No te pierdas la charla.
“Descubrimos el Drum & Bass y fue amor a primera vista. En 2002, no había nada parecido en Buenos Aires, así que creamos +160. Ahora, 22 años después, seguimos con la misma pasión, llenando de energía la ciudad. +160 no es solo una fiesta; es una experiencia intensa e inigualable. Con ritmos frenéticos y bajos profundos, el Drum & Bass crea una atmósfera electrizante”.
Ya han pasado más de dos décadas liderando +160 como pionero indiscutido de los ritmos quebrados, llevando la bandera del Drum & Bass por todo territorio que se cruce por tu camino. ¿Cuál es el secreto detrás de semejante periodicidad? ¿Cómo lograste mantenerte vigente durante tanto tiempo?
El secreto es simple: amor profundo por lo que hago. Como en cualquier relación que perdura, la pasión inicial muta, pero se transforma en algo más visceral, casi místico. Cada vez que suena un buen track de Drum & Bass, me recorre un escalofrío que me recuerda por qué empecé en esto. Es un pulso que no se detiene, un ritual que sigo con devoción. Claro, detrás de eso hay trabajo, constancia y la locura suficiente para hacer lo que realmente me mueve, sin concesiones. Si después de 22 años sigo vibrando con la misma intensidad, es porque sigo fiel a esa energía y a mis propias reglas.
Luego de 22 años de historia, ¿cómo ves la actualidad del género a día de hoy? ¿Qué nos podés compartir respecto a su evolución?
El Drum & Bass siempre ha sido un género que vibra por debajo de la superficie, pero está en constante movimiento. Ha tenido picos y mesetas, pero nunca se detiene. Lo que más me fascina es cómo sigue llegando gente nueva, como si fueran atraídos por una frecuencia subterránea que los llama sin que se den cuenta. Cada beat es un latido que nunca deja de resonar. El suelo siempre tiembla, aunque a veces no lo veas.
Sos la fuerza de empuje detrás de “La Bici Naranjita”. Para aquellos que aún no conocen el proyecto, ¿nos contarías en qué consiste? ¿Qué significancia tiene para vos?
La Bici Naranjita es la fusión perfecta entre movimiento, música y calle. Es mi manera de llevar el Drum & Bass al espacio urbano, donde el ritmo y la ciudad se encuentran. Imaginate un triciclo que late al ritmo de los bajos, mientras la gente pedalea y se deja llevar por el beat. Desde que debutó en el Festival Ciudad Emergente, se convirtió en un símbolo de libertad y de conexión entre la música y el entorno. Para mí, es una revolución sobre ruedas, un ritual móvil de vibraciones.
Imagino que tendrás incontables anécdotas guardadas en la bóveda +160 de los recuerdos. ¿Hay alguna en particular que quieras compartir?
Una de mis favoritas es de los primeros años en “El Dorado”, en 2002. Una noche se cortó la luz en plena fiesta. Todo el mundo podría haber salido corriendo, pero se armó algo mágico: guitarreadas, panderetas y hasta una cantante de blues improvisando a la luz de las velas. Dos horas sin luz, pero nadie se fue. Cuando volvió la electricidad, la energía ya estaba ahí, viva, como si la fiesta nunca hubiera parado. Esa es la esencia de +160.
El próximo sábado 21 de septiembre te estarás presentando en nuestra casa matriz junto a L-Side, DJ Buey, Nicolás Brito, y Manuel Strajman en los visuales. Considerando que DJ Buey estuvo junto a vos desde los inicios, y que L-Side es una de las figuras de mayor peso en la escena de D&B a nivel global, ¿qué representa esta fecha para vos, tu carrera y tu trayectoria?
Esta fecha es una celebración. Con Buey, siempre nos proponemos llevar la +160 a nuevos espacios. Este año, Artlab nos abre sus puertas, y es la oportunidad perfecta para expandir la familia y conectar con nuevas audiencias. Además, tener a L-Side en la cabina es un honor. Es una manera de mostrar que el Drum & Bass en Argentina no solo sobrevive, sino que prospera, crece, y sigue siendo una fuerza cultural imparable. Este sábado, cada beat será un testimonio de esa trayectoria, de lo que fuimos y de lo que aún estamos por ser.
¡No te quedes afuera! Para asegurar tu ingreso podés adquirir tus tickets en el siguiente enlace: